martes, 24 de agosto de 2010

Microbiología


Una nueva investigación indica que las interacciones de organismos microscópicos en torno a un material orgánico en particular, pueden alterar las propiedades químicas del océano, influyendo en el clima mundial al afectar a la formación de nubes en la atmósfera.
En la Investigación, Justin Seymour (Universidad Tecnológica de Sídney, en Australia) y su equipo han analizado cómo un "pariente" del compuesto químico del cual se valen las aves marinas y las focas para localizar a sus presas, dimetil sulfuro (DMS), podría tener una utilidad similar a escala microbiana, ayudando a los microorganismos marinos a encontrar comida y a procesar productos químicos que son importantes para el clima.El equipo ha descubierto que las interacciones ecológicas y las respuestas de comportamiento que tienen lugar en volúmenes de agua de mar tan minúsculos como una fracción de una gota, pueden tener una influencia importante en los procesos de reciclaje químico de los océanos.Usando tecnología microfluídica, el equipo de investigadores detectó a los microbios nadando hacia el compuesto químico DMSP al ser liberado dentro de un pequeño canal ocupado por los microbios.Los investigadores descubrieron que algunos microbios marinos, incluyendo bacterias, se sienten atraídos por el DMSP porque se alimentan de él, mientras que otros se sienten atraídos hacia el compuesto químico porque les indica la presencia de una presa.
El hecho de que los microbios se desplacen de forma activa hacia el DMSP indica que los pequeños organismos desempeñan un papel relevante en el ciclo oceánico del azufre y en el del carbono. Ambos ciclos ejercen una poderosa influencia sobre el clima de la Tierra.¿A qué velocidad los microorganismos consumen el DMSP, en vez de convertirlo en DMS? Esta pregunta es crucial porque el DMS está involucrado en la formación de nubes en la atmósfera, lo cual a su vez afecta al balance térmico de la misma.En los próximos pasos dentro de esta línea de investigación, el equipo piensa pasar de los análisis en el laboratorio a los análisis directos en el mar.Los científicos están trabajando en un sistema experimental que se puede utilizar en los buques oceanográficos y que permite trabajar con bacterias recogidas directamente del océano.Seymour, Roman Stocker del MIT, Rafel Simó del Instituto de Ciencias Marinas en Barcelona, España, y Tanvir Ahmed del MIT, llevaron a cabo la investigación en el laboratorio de Stocker en el MIT.